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Casos Clinicos
Meningitis en un
paciente infectado por el VIH.
Ficha
patronímica
| Antecedentes personales |
Antecedentes ambientales | Motivo
de consulta | Enfermedad actual |
Examen
físico | Examenes
paraclínicos | Evolución | Comentarios
|Conclusiones
Ficha patronímica.
Paciente de 38 años, sexo masculino, nacido en
Brasil donde residió hasta hace 10 años y es trabajador
sexual. |
Antecedentes
personales.
Serología positiva para VIH conocida desde 1992.En la
misma VDRL en sangre de 2 UI aunque nunca recibió
tratamiento. En 1994 padeció herpes zoster de cara y en
1996 se le encontró serología positiva para hepatitis B y
C. Fue fumador de 10 cigarrillos diarios. Negó consumo de
alcohol y uso de drogas. No concurrió a posteriores
controles médicos por lo que nunca recibió tratamiento con
antirretrovirales ni profilaxis para enfermedades
oportunistas. |
Antecedentes
ambientales.
Cohabita en casa de tres habitaciones con 5
travestis infectados por el VIH. |
Motivo de consulta.
Fiebre, cefaleas y disminución de fuerzas en miembros
inferiores. |
Enfermedad actual.
Ingresó en la Clínica de Enfermedades
Infecciosas el 9 de noviembre de 1996 porque desde hacía 5
días presentaba fiebre, cefaleas, fotofobia, acusofobia,
leve disminución de fuerzas de miembros inferiores, astenia
y anorexia.. Desde la misma fecha refirió tener dolor en
fosas lumbares, polaquiuria y disuria. |
Examen físico.
Paciente lúcido, con temperatura axilar de 38ºC, regular
estado general, bien hidratado, normotenso, eupneico, con
una frecuencia cardíaca de 100 cpm, focos sépticos
dentarios y muguet oral. A nivel linfoganglionar se palpaban
adenomegalias pequeñas, elásticas e indoloras en
territorios superficiales de cuello y axila. El examen
neurológico mostró: rigidez de nuca, signo de Kernig y
leve disminución de fuerzas de miembros inferiores, sin
alteraciones de la sensibilidad. La palpación abdominal
reveló hepatomegalia blanda, homogénea e indolora y dolor
en hipogastrio donde la percusión era mate. Las fosas
lumbares eran dolorosas. El resto del examen fue normal. |
Examenes paraclínicos.
- Punción lumbar (PL): líquido turbio, Pandy ++++,
proteinas 4g%o, glucosa 0,20g%o, pleocitosis de 3.600
elementos/mm3 , 100% PMN. En el estudio microbiológico
directo se observaron abundantes cocobacilos
gramnegativos (microfotografía).
- Hematocrito 40%, hemoglobina 13 g%o, GB. 4.100/mm3,
PMN 67%, linfocitos 28%. VES 130 mm., creatininemia 0,72
mg%, azoemia 0,24 g%o, glucemia 0,72 g%o.
- Funcional hepático: discreta elevación de la
fosfatasa alcalina (FA) de 185 mU/ml
- VDRL en sangre: reactivo 1 UI.
- Examen de orina: albuminuria de 0,43 g%o,
hemoglobinuria y regular cantidad de piocitos y
leucocitos.
- Hemocultivos seriados y urocultivo que fueron estériles.
- Radiografías de tórax y senos faciales fueron
normales.
- Cuadros
con resultados paraclínicos
Una vez obtenidas las muestras para los estudios
bacteriológicos se comenzó tratamiento etiológico empírico
con ceftriaxona 4 g/día por vía intravenosa y sintomático
del dolor con derivados pirazolónicos. El muguet oral se
trató con fluconazol a la dosis de 100 mg/día por vía
oral.
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Evolución.
A las 24 horas del inicio del tratamiento el paciente
entró en apirexia notándose mejoría del cuadro neurológico.
Tres días después instaló bradipsiquia. Al quinto día se
recibió el informe del estudio bacteriológico directo del
LCR, hecho en la Comisión Honoraria para la Lucha
Antituberculosa (CHLA), donde se habían obsevado bacilos ácido-alcohol
resistentes (BAAR). Al plan antibiótico anterior se agregó
el cuádruple plan antituberculoso con isoniazida (INH),
rifampicina (RM), pirazinamida (PZ) y estreptomicina (EM) a
las dosis normatizadas por esa Comisión. Al séptimo día
el paciente persistía apirético y bradipsíquico,
agregando paraparesia franca de miembros inferiores con
hipotonía, hiporreflexia y Babinski bilateral, sin nivel
sensitivo. Concomitantemente instaló dolor, distensión
abdominal, cólicos lumbares y disuria, comprobándose globo
vesical por lo que se realizó cateterismo obteniéndose
1.300 cc de orina estéril.
Teniendo en cuenta su peoría clínica y la aparición de
otras manifestaciones se solicitaron nuevos estudios paraclínicos.
- RNM de encéfalo y médula: atrofia cerebral y
dilatación ventricular. En médula se observaron imágenes
de hiperseñal en el sector posterior del saco dural con
compromiso de la mayoría de las raíces de la cola de
caballo.
- Punción lumbar (PL): líquido citrino, Pandy +++++,
proteinas 8,9g%o, glucosa 0,15g%o, pleocitosis de 125
GB, 70% linfocitos, 30% PMN. En el estudio microbiológico
directo no se observaron gérmenes y los cultivos
permanecieron estériles.
- VDRL en sangre: positivo 32 UI
- ELISA para HTLV I y II en LCR: negativos.
- Ecografía renal: litiasis renal izquierda.
- Urocultivos: Escherichia coli, más de
100.000 UFC/ml, sensible a ciprofloxacina y Staphylococcus
epidermidis, más de 100.000 UFC/ml, sensible a
ampicilina/sulbactam.
En los días siguientes y sin mediar cambios en el
tratamiento el enfermo fue mejorando rápidamente de su
trastorno síquico y más lentamente de su déficit motor. A
los 43 días del ingreso se realizó una tercera PL de
control.
- PL: líquido turbio, Pandy ++++, proteinas 2,33g%o,
glucosa 0,33g%o y pleocitosis de 70 GB/mm3, 60%
linfocitos y 40% PMN. Los estudios microbiológicos no
revelaron gérmenes.
A los 3 meses se recibió de la CHLA el informe del
cultivo del LCR obtenido en la primer PL, donde se había
aislado M.tuberculosis sensible a todas las drogas
antituberculosas.
El enfermo permaneció largo tiempo con sonda vesical,
primero por la reiteración de los episodios de retención
de orina y posteriormente por incontinencia esfinteriana al
intentar sacar la sonda. La sonda vesical recién pudo
retirarse a los 4 meses, cuando el paciente recuperó el
control de sus esfínteres.
Toda la medicación administrada fue bien tolerada, otorgándose
el alta hospitalaria a los cuatro meses del ingreso. Tres
meses después se realizó un estudio de subpoblaciones
linfocitarias con el siguiente resultado.
- Linfocitos CD4: 370 cel/mm3, linfocitos CD8: 900
cel/mm3. Indice CD4/CD8: 0,4 (normal 2,2).
- Carga viral: 51.985 copias RNA viral/ml (4,72 log).
Terminado el tratamiento antituberculoso, que se prolongó
por 9 meses, se indicó triterapia antirretroviral con dos
inhibidores de la transcriptasa reversa y un inhibidor de la
proteasa, y quimioprofilaxis con cotrimoxazol, tratamiento
que continúa a la fecha.
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Comentarios.
Se trataba de un paciente con múltiples factores de
riesgo para adquirir infección por VIH, la que fue
comprobada por estudio serológico en 1992. Desde entonces
hasta unos días antes del ingreso no presentó ninguna
patología vinculada a su infección viral ni concurrió a
controles médicos. Si bien por este motivo no se conocía
el nivel de sus linfocitos CD4 y por tanto no era posible
saber con exactitud el estadío por el que cursaba su
enfermedad, la presencia de muguet oral marcaba un deterioro
inmunitario severo .
El cuadro del enfermo fue el de una meningoencefalitis
que evolucionó en dos tiempos. En el primero se hizo diagnóstico
de meningoencefalitis aguda por gérmenes bacterianos
inespecíficos en base a la clínica, las características
citoquímicas del LCR y el examen microbiológico directo.
En el segundo tiempo (tres días después) el enfermo empeoró
su estado de conciencia y agregó una paraparesia. El nuevo
LCR presentó características diferentes al primero, resaltándose
el alto tenor en proteinas, y en su celularidad el
predominio de formas mononucleares. En este momento se tenía
la notificación del hallazgo de BAAR en el estudio directo
del primer LCR, donde posteriormente se identificó por
cultivo M. tuberculosis. Luego de agregar al plan
terapéutico anterior el cuádruple plan antituberculoso se
obtuvo mejoría lenta y progresiva del enfermo. La
interpretación final fue la de una meningoencefalitis a dos
gérmenes: uno inespecífico y el otro un bacilo
tuberculoso.
El enfermo además presentó un sindrome motor
deficitario de neurona motora central semiológicamente
localizado a nivel de médula, y compromiso esfinteriano.
Para mejor topografiar y determinar su mecanismo patogénico
se practicaron estudios imagenológicos de encéfalo y médula.
La RNM de cráneo reveló alteraciones compatibles con la
afectación encefálica del VIH y la RNM de médula objetivó
lesiones medulares y de raíces raquídeas a nivel
lumbosacro. La interpretación fue de una probable lesión
tuberculosa primitiva de médula sin poder descartar fenómenos
inflamatorios meníngeos de tipo inespecífico o una
meningovasculitis tuberculosa a dicho nivel.
Este paciente presentaba ademas títulos de VDRL en
sangre de 32 UI lo que obligó a considerar la forma
meningovascular de neurosífilis, teniendo en cuenta que los
pacientes infectados por el VIH evolucionan con mayor
frecuencia y mas rápidamente a la neurosífilis. El
resultado de las técnicas diagnósticas para neurosífilis
en LCR no confirmó esta posibilidad, ni tampoco las
alteraciones citoquímicas de dicho líquido pudieron
ser explicadas por esta sola causa. Por la posibilidad de
neurosífilis asociada se decidió continuar el tratamiento
con ceftriaxona por 20 días.
Otro diagnóstico diferencial a mencionar es la
paraparesia espástica tropical causada por la infección
por el HTLV I y el HTLV II. Es relevante plantearlo en este
paciente que residió en Brasil durante años, sabiendo que
Brasil presenta una prevalencia elevada para la infeccion
por dichos virus, pero la paraparesia que ocasiona esta
enfermedad es de instalación muy lenta, lo que no se
corresponde con la clínica de este paciente. De igual
manera se realizaron estudios de LCR en búsqueda de
anticuerpos para HTLV por técnica de ELISA, con resultado
negativo.
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Conclusiones.
La inmunodepresión que ocasiona la infección por VIH
predispone a las complicaciones infecciosas. Estas son prácticamente
constantes en la evolución del enfermo infectado por ese
virus. Las mismas suelen presentarse en forma simultáneo o
sucesiva. El compromiso de la inmunidad celular, que es el
predominante, favorece el desarrollo de gérmenes
oportunistas intracelulares: especialmente del género Mycobacterium,
hongos y virus; mientras que la alteración de la inmunidad
humoral predispone a infecciones por gérmenes capsulados:
principalmente S. pneumoniae y H.influenzae.
Aunque las infecciones por estos gérmenes se observan con
alta frecuencia en esta población de enfermos, la
meningoencefalitis por la asociación de un bacilo
tuberculoso y otro bacilo gramnegativo es un hecho
excepcional que motiva la presente comunicación.
En la literatura arbitrada se describen tres casos de
meningoencefalitis con asociacion de germenes en pacientes
infectados por el VIH. De estos se destaca un caso de
coinfeccion por M.complejo avium y S.
pneumoniae ( Rev Inst Med Trop. 1994; 36 (6):
491-6), otro caso de coinfeccion por Cryptococcus
neoformans y Trypanosoma cruzi ( Rev Med Uruguay.
1992; 8: 214-7) y el tercero corresponde a una
meningoencefalitis causada por Cryptococcus neoformans
yMycobacterium tuberculosis ( Clin Inf Dis. 1993; 16
(4), 588-9).
La tuberculosis en infectados VIH/SIDA es más frecuente
que en la población general, suele presentarse en forma atípica
y con localizaciones pulmonares y extrapulmonares. Por eso
debe pensarse en ella frente a cualquier cuadro clínico
complicativo infeccioso de esa población a fin de afirmar o
descartar esa patología. La importancia de esta conducta
reside en que la tuberculosis es una enfermedad curable y
trasmisible a toda la población. Su diagnóstico y
tratamiento precoces no sólo mejora el pronóstico del
enfermo sino que también corta la cadena de transmisión.
La meningitis bacterianas inespecíficas han sido muy
raras en los infectados VIH de nuestro Servicio, donde no se
registraron otros casos fuera del descrito. En la literatura
intermacional la incidencia de meningitis por gérmenes
bacterianos inespecíficos no fue mayor que la de la población
general.
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Agradecimientos.
La Clínica de Enfermedades Infecciosas
agradece al Departamento de Bacteriología y Virología la
colaboración prestada, asi como la realización de los
estudios microbiológicos realizados en este paciente. |
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