Sus investigaciones se basaron en las
neuronas y los circuitos vinculares que forman la comunicación
entre las mismas, dando paso, de esta manera, al desarrollo de
drogas para tratar patologías de la magnitud de la depresión,
la esquizofrenia y el mal de Parkinson, entre otras.
Paul Greengard, Eric Kandel-los dos de
origen Estadounidense-y Arvid Carlsson-Sueco-obtendrán en
diciembre, 915 mil dólares por los hallazgos de
"transducción de señales en el sistema nervioso",
como lo determinó el jurado que dictamina el premio.
Entre los descubrimientos que
realizaron los científicos, se develó el programa que controla
la memoria y el aprendizaje, captando asimismo, las
perturbaciones que desembocan en desórdenes neurológicos y
psiquiátricos, cuando este mecanismo se paraliza.
No obstante, el equipo galardonado
realizó un digno trabajo, en el cual intentaron siempre
integrar sus investigaciones. El sueco Carlsson, por su parte,
halló que la dopamina es la encargada de transmitir señales
que controlan los movimientos corporales. Por ello, a partir de
este descubrimiento se puede planear el control de la enfermedad
de Parkinson, pues la insuficiencia de esta sustancia en algunas
regiones del cerebro sería la causa de la patología.
Por su lado, Kandel contribuyó a
detectar los mecanismos de aprendizaje y memoria, además de
desarrollar una certera teoría de cómo se guardan los
recuerdos. Su hallazgo promueve medicaciones para tratar el mal
de Alzheimer, o síntomas vinculados a la perdida de la memoria.
El trío es completado por Greengard,
quien aportó, desde hace tiempo, como sustancias que trasmiten
señales ejercen su función en el sistema nervioso. Este científico,
de 74 años, decidió donar el Nobel con el fin de promocionar
el reconocimiento de las mujeres en el campo de la biomedicina.
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