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Ántrax
y guerra biológica.
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octubre 2001
Las esporas del ántrax son al parecer una de las mejores opciones como armas
para la guerra biológica Ya que se encuentra naturalmente en muchas regiones
del mundo que incluyen Centro y Sudamérica, el Caribe, África, Oriente Medio y
algunas regiones de Europa. ,pueden producirse fácilmente y ser guardadas en seco y permanecer almacenadas de forma viable durante décadas,
se dispersan fácilmente por el aire y pueden ser inhaladas por tropas
indefensas, permaneciendo en tierra durante muchos años.
Otra de las características que hacen apetecible a esta
bacteria como arma biológica, es que puede cultivarse fácilmente y a bajo
costo. Lo que tiene realmente valor militar es que las esporas de ántrax son
muy resistentes a las agresiones del medio ambiente y pueden permanecer viables
por muchas décadas; además, las esporas son lo suficientemente pequeñas como
para que algún grupo militar intente liberarlas al ambiente en forma de
aerosol. Por fortuna, fabricar aerosoles con esporas de ántrax es técnicamente
muy difícil ya que éstas tienden a agregarse, lo cual complica su dispersión.
El equipo que se necesita para producir ántrax como bioarmamento no requiere de
mucho espacio, ni equipo demasiado sofisticado: bastaría con el equipo que se
encuentra comúnmente en un laboratorio de investigación farmacéutico o de
biotecnología. La única diferencia es que para producir armamento biológico
se tendrían que extremar las condiciones de seguridad para evitar el contagio
del personal que manipule el bacilo. Los laboratorios de este tipo son más o
menos fáciles de ocultar, ya que, en general, son pequeños y no tienen equipo
demasiado especializado que delate su existencia. Un laboratorio de bioarmamento
se puede confundir fácilmente con un laboratorio farmacéutico de investigación.
Por esta razón es muy difícil establecer mecanismos de verificación que
impidan que se desarrolle armamento biológico con ántrax.
Esto permite que cualquier grupo militar o terrorista pueda recolectar y
almacenar sin mucha dificultad esta bacteria. Saddam Hussein tomó un camino más
simple: compró los agentes patogénicos a una compañía biotecnológica de los
Estados Unidos
Irak, Rusia y otras diez naciones tienen capacidad para cargar esporas de B.anthracis
en las armas.
Las fuerzas militares de EEUU han sido han vacunadas recientemente contra el ántrax
debido a la preocupación sobre la perspectiva del uso de esporas del ántrax.
En un Manual de la Armada americana
en la Medicina Operacional y Apoyo de la Flota. (U.S. Navy Manual on Operational
Medicine and Fleet Support) se dan una serie de recomendaciones en caso de
usarse el B. Anthracis como arma biológica.
Se pensaba anteriormente que el Ántrax inhalado era casi 100% fatal a pesar del
tratamiento antibiótico, particularmente si el tratamiento se empieza después
de aparecer los síntomas. Un reciente estudio del Ejército obtuvo un
tratamiento exitoso en monos con terapia antibiótica tras la exposición a las
esporas del Ántrax. La terapia antibiótica se empezó un día después de la
exposición. Este estudio implica que la terapia antibiótica puede ser útil si se comienza poco después de realizado el ataque
.
-Peligros de un ataque con anthrax
Una bomba atómica de 12.5
kilotones que explotara encima de
una ciudad podría causar 80,000
muertes, sólo 100 kilogramos de esporas del ántrax podrían matar entre uno y
tres millón de personas.
Después de la Segunda Guerra mundial el desarrollo de armas biológicas asumió
una prioridad relativamente baja. Pero los recientes adelantos en biotecnología
han hecho posible la producción más eficaz de virus destructivos y bacterias.
Los desarrollos de este tipo significan que la amenaza de armas biológicas es
muy real en el mundo después de la guerra fría.
Las armas biológicas podrían causar un gran conflicto, ya que son
relativamente baratas además, su uso no esta siendo controlado actualmente por
procedimientos de confirmación
internacionales como aquellos que aplican, por ejemplo, a las armas nucleares.
El costo de "devastar" con ántrax un kilómetro
cuadrado de territorio, es aproximadamente de un dólar, y de 2 000 dólares si
se utilizan armas convencionales. Por esta razón hay quien dice que el
armamento biológico es la "bomba atómica" de los países pobres.
Este hecho quedó patente espantosamente en 1991 durante la Guerra del Golfo
cuando Saddam Hussain preparó un programa ofensivo que usaba las esporas del ántrax
y la toxina del botulinum que podrían usarse contra las Fuerzas Aliadas.
Siguiendo
la tercera conferencia de la Convención de Armas Biológica de 1991,
expertos gubernamentales dieron un mandato para desarrollar un
protocolo de la confirmación legal llegando a un acuerdo que aplicaría
cada uno de los 133 estados de que participaron en la Convención.
Pse a esto en los últimos años, EE.UU. se embarcó en un programa de investigación
secreta sobre armamentos biológicos. El plan incluyó la fabricación por
la CIA de un modelo de bomba química de diseño soviético
Según funcionarios del gobierno, a comienzos de este año el Pentágono inició
experimentos para diseñar genéticamente una bacteria del ántrax más
potente con el objetivo de probar la eficacia de la vacuna que se administra a
los soldados.
"EE.UU. tiene desde hace un tiempo un programa para desarrollar vacunas y
otras medidas de protección en caso de un ataque", dijo el vocero oficial.
Ari Fleischer no precisó cuándo se puso en marcha el programa, pero señaló
que la preocupación de Washington sobre la vulnerabilidad de sus soldados ante
un ataque químico surgió durante la Guerra del Golfo, en 1991.
La revelación de la investigación probablemente complique a EE.UU., que
siempre intentó hacer cumplir el tratado de armas químicas. La decisión de
abandonar el pacto de misiles antibalísticos firmado con Moscú en 1972 ya
recogió críticas en todo el mundo.
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información: Sepa
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