Vuelve a pagina de inicio

 

Canales

»APUNTES

» BIBLIOTECA VIRTUAL

» CASOS CLÍNICOS

» FORO

» HUMOR

» NOTAS

» RESIDENCIAS 

 

 

 

Comunicate

» E-MAIL

» SUGERENCIAS

 

 

 

 

El acné es uno de los trastornos favoritos de los dermatólogos puesto que justifica alrededor de un 30% de las visitas privadas al dermatólogo y además, se dispone de multitud de opciones terapéuticas.

ACNÉ


Enfermedad pilosebácea inflamatoria frecuente caracterizada por comedones, pápulas, pústulas, nódulos inflamados y quistes superficiales llenos de pus que (en casos extremos) forman fístulas y abscesos profundos, inflamados, a veces purulentos.

Patogenia

La patogenia es compleja. Una interacción entre hormonas, queratinización, sebo y bacterias determina, de alguna manera, la evolución y la gravedad de la enfermedad. La acné comienza en la pubertad, cuando el aumento de andrógenos provoca un incremento en el tamaño y en la actividad de las glándulas pilosebáceas. Se cree que el cambio microscópico más precoz es la hiperqueratosis intrafolicular que provoca el bloqueo del folículo pilosebáceo, con la consecuente formación del comedón, compuesto de sebo, queratina y microorganismos, en particular el Propionibacterium acnes. Las lipasas del P. acnes hidrolizan los triglicéridos del sebo formando ácidos grasos libres (AGL), que irritan la pared folicular. La retención de las secreciones sebáceas y la dilatación del folículo (fig 1)pueden llevar a la formación de quistes. La rotura del folículo, con liberación de AGL, productos bacterianos y componentes de la queratina a los tejidos, provoca una reacción inflamatoria que suele propiciar la aparición de un absceso y que cura con cicatrización en los casos graves.

unidad pilosebácea

Figura 1. La unidad pilosebácea. Copyright © Jean Calder.

Veremos la glándula sebácea que está unida al folículo piloso formando lo que comúnmente se denomina unidad pilosebácea  La glándula sebácea es un depósito lipídico o una fábrica de lípidos que produce sebo y líquido graso formado por lípidos, ceras y esteroles.

Síntomas y signos

Para el tratamiento y el pronóstico es mejor clasificar la acné como superficial o profunda de acuerdo con la gravedad de las lesiones predominantes. La remisión espontánea es la norma, pero no se puede predecir cuándo sucederá.

La acné superficial se caracteriza por la presencia de comedones, ya sean abiertos (puntos negros) o cerrados (puntos blancos), pápulas inflamadas, quistes superficiales y pústulas. En ocasiones aparecen quistes de gran tamaño, algunas veces después de la manipulación o de un traumatismo de un comedón negro no inflamado. En la acné profunda también se encuentran nódulos inflamados profundos y quistes llenos de pus, que con frecuencia se rompen, convirtiéndose en abscesos; algunos de ellos también se abren en la superficie de la piel y descargan su contenido. Es frecuente la formación de cicatrices. Las lesiones predominan en la cara, pero el cuello, el pecho, la zona superior de la espalda y los hombros también pueden afectarse. El pronóstico respecto a la curación sin cicatrices es bueno en la acné superficial, pero los intentos torpes para extraer los comedones (puntos negros) o los quistes superficiales y el rascado de las lesiones abiertas pueden aumentar el riesgo de formación de cicatrices.

A menudo la acné se exacerba en el invierno y mejora en el verano, probablemente debido al efecto beneficioso del sol. La dieta tiene escasa o nula influencia, pero si existe un alimento sospechoso, éste debería omitirse durante varias semanas y después ingerirlo en cantidades importantes para comprobar si ello produce algún cambio. La mayoría de tales pruebas muestran que la acné no se relaciona con la alimentación. La acné puede ser cíclica junto con la menstruación y desaparecer o empeorar durante el embarazo. En muchas mujeres que presentan acné por primera vez en la 3a y 4a décadas de la vida, ciertos cosméticos pueden empeorar el proceso.

Diagnóstico

El diagnóstico de la acné suele ser sencillo. Casi siempre se encuentran los comedones y se pueden ver lesiones en varias etapas del desarrollo simultáneamente. La rosácea puede parecerse a la acné, pero en aquélla no hay comedones. Las lesiones acneiformes inducidas por los corticoides son habitualmente pústulas foliculares, todas en la misma etapa de desarrollo y no presentan comedones.

Tratamiento

Aunque la enfermedad es de distribución universal, la acné desfigurante e, incluso, la leve pueden preocupar a los adolescentes y algunos pueden retraerse, utilizándola como excusa para evitar las adaptaciones personales difíciles. Los consejos y el apoyo al paciente y a sus padres son útiles. Los conceptos equivocados acerca de la relación entre acné y dieta, ejercicio o sexualidad son frecuentes y deben analizarse con los pacientes. Algunos cosméticos agravan la acné (especialmente los que contienen ingredientes comedógenos como el miristato de isopropilo); debería evitarse la mayoría de los productos grasientos.

Otros tratamientos dependen de la gravedad de las lesiones:

Acné superficial. Aunque el hecho de lavarse la cara varias veces al día tiene poco efecto sobre las lesiones, a menudo mejora el aspecto de los pacientes con cara grasienta. Puede usarse cualquier buen jabón de tocador. Los jabones antibacterianos no son beneficiosos y los jabones abrasivos son irritantes, lo cual dificultará el uso de medicamentos con acción folicular más específicos como la tretinoína o el peróxido de benzoílo (v. más adelante).

Los comedones grandes pueden retirarse cuidadosamente 1-2/sem, preferiblemente con un extractor en forma de asa de Schamberg después de aplicar compresas de agua caliente. Puede enseñarse la técnica correcta a un miembro responsable de la familia. Muchos dermatólogos dudan del valor a largo plazo de este método. Las lesiones inflamatorias no deberían abrirse hasta que estuvieran en fase de pústula. Arrancar las costras que cubren una lesión abierta puede retrasar la curación varias semanas y producir una cicatriz hundida.

En la acné pustulosa superficial, probablemente el tratamiento más útil sea la aplicación tópica de una solución de clindamicina, sola o junto con alguno de los irritantes antes mencionados. La luz solar y los medicamentos tópicos irritantes ayudan también en las lesiones superficiales. La luz solar causa una leve sequedad y una ligera descamación; habitualmente es eficaz, pero no siempre se dispone de ella y puede ser difícil reproducir el efecto beneficioso mediante una lámpara solar. La tretinoína tópica (ácido retinoico) en crema o líquido al 0,025, 0,05 o 0,1 %, o en gel al 0,01 o al 0,025 %, suele ser eficaz. Debe utilizarse con precaución. El líquido debería aplicarse con un portaalgodones por la noche (en días alternos si la irritación es excesiva) sobre toda la zona afecta sólo una vez. Deben evitarse los ojos, los pliegues nasolabiales y las comisuras de los labios. A menudo se restringe la exposición a la luz y el uso de otros medicamentos, para evitar que aparezca una irritación importante. La mejoría suele requerir 3-4 sem, y al principio puede parecer que el proceso empeora. Los puntos negros pueden sacarse fácilmente después de 1 mes de tratamiento. Otros medicamentos tópicos incluyen el peróxido de benzoílo del 5 al 10 % (el mejor preparado de venta libre) y varias combinaciones de azufre y resorcina; generalmente se aplican 2/d o un preparado de día y otro por la noche. La tetraciclina p.o. (v. más adelante) también puede ser útil en la acné superficial pustulosa.

Los antibióticos tópicos (tetraciclina, clindamicina y eritromicina) en vehículos líquidos se están utilizando con cierto beneficio.

Acné profunda. Se requiere un tratamiento enérgico para evitar la cicatrización residual. El tratamiento tópico no es satisfactorio para las lesiones profundas graves. El tratamiento de los pacientes con pocas lesiones profundas suele ser un antibiótico de amplio espectro. Los antibióticos se utilizan para disminuir la P acnes lo que se consigue en aproximadamente un 90%. Los antibióticos también disminuyen la síntesis de ácidos grasos en la glándula sebácea en un 50% y tiene también propiedades antiinflamatorias. Por tanto, los antibióticos se utilizan para los aspectos antiinflamatorios así como antimicrobianos. La tetraciclina es el antibiótico más eficaz y el que produce menos efectos adversos. Debería administrarse una dosis de 250 mg 4/d o 500 mg 2/d (entre comidas y al ir a dormir) durante 4 sem y, luego, disminuir la dosis a la cantidad más baja que determina una buena respuesta. En ocasiones la dosis debe incrementarse a 500 mg 4/d. En los pacientes que no responden a la administración de tetraciclina, puede probarse la minociclina, 100 mg 2/d. Debido a que generalmente se produce una recaída tras períodos cortos de tratamiento, éste debe continuarse durante meses o años, siendo sólo 250 o 500 mg/d suficientes. Durante el embarazo puede utilizarse la eritromicina a dosis similares. El efecto secundario más frecuente del uso prolongado de antibióticos es una vaginitis candidiásica. Si la terapia local y sistémica  no erradica este problema, debe suspenderse el tratamiento con antibióticos. El uso prolongado de antibióticos también puede provocar una foliculitis pustulosa por gramnegativos que se observa alrededor de la nariz y en el centro de la cara. Esta sobreinfección poco frecuente puede ser difícil de curar; el tratamiento óptimo de esta complicación consiste en la administración de isotretinoína p.o. (v. a continuación).

La isotretinoína oral es el mejor tratamiento en los pacientes en los que fracasa el tratamiento con antibióticos o en los que padecen acné profunda muy grave. Este medicamento ha revolucionado el tratamiento de la acné, pero deberían utilizarlo sólo médicos muy familiarizados con sus efectos adversos. Dado que la isotretinoína es teratógena, las mujeres que utilizan el fármaco deben tomar medidas anticonceptivas estrictas mientras dura el tratamiento y por lo menos 1 mes más después de suspenderlo. Es importante llevar a cabo pruebas de embarazo antes de iniciar el tratamiento y con intervalos mensuales. El fármaco se dispensa con advertencias contra el embarazo. Debido a las graves anormalidades fetales que pueden producirse si la mujer que está tomando el fármaco queda embarazada, se aconseja analizar este punto con ella y dar el consejo médico más indicado. La dosis de isotretinoína suele ser de 1-1,5 mg/kg/d durante 20 sem. Si el paciente no puede tolerar esta dosis por sus efectos adversos, debe reducirse a 0,5 mg/kg/d. El efecto adverso más frecuente, que se observa en aproximadamente el 90 % de los pacientes, es la sequedad de las conjuntivas y de las mucosas de los genitales, así como labios secos y fisurados. La vaselina suele ser beneficiosa para aliviar los síntomas asociados a la sequedad. Los síntomas musculosqueléticos, dolor o rigidez de las grandes articulaciones o de la zona lumbar, también pueden aparecer en aproximadamente el 15 % de los pacientes. En general los síntomas desaparecen cuando se reduce la dosis. Algunas veces debe retirarse el fármaco. Antes de iniciar el tratamiento debe llevarse a cabo un hemograma, un estudio analítico de la función hepática y niveles séricos de triglicéridos y colesterol. Con excepción del hemograma, los demás valores deben repetirse al cabo de 2 sem y, después, 1/mes durante el tratamiento. Los niveles de triglicéridos pueden aumentar hasta un nivel en el que deba suspenderse el fármaco. La función hepática sólo se afecta de forma esporádica. Después de 20 sem de tratamiento, la acné puede ir mejorando. La mayoría de los pacientes no necesitan una 2a tanda de tratamiento; si fuera necesario sólo debería reiniciarse después de haber suspendido la administración del fármaco durante 4 meses. La necesidad de un nuevo tratamiento es más frecuente en los pacientes que han recibido una dosis baja (0,5 mg/kg/d). A esta dosis (muy común en Europa) aparecen menos efectos secundarios, pero suele requerirse un tratamiento prolongado.

Para lesiones sólidas es útil la inyección de 0,1 mL de acetónido de triamcinolona en suspensión de 2,5 mg/mL (la suspensión de 10 mg/mL debe diluirse) dentro del quiste inflamado o del absceso; la atrofia local (debida al corticoide o a la destrucción de tejidos por el quiste) suele ser transitoria. En las lesiones aisladas y que fluctúan resultan con frecuencia ventajosos la incisión y el drenaje, aunque puede quedar una cicatriz residual.

En ocasiones es útil la dermoabrasión para las cicatrices pequeñas, pero su efecto permanente es controvertido.

El tratamiento con radioterapia no está justificado. Los corticoides tópicos, especialmente los fluorados, pueden empeorar la acné. Cuando fracasan otras medidas terapéuticas y la acné parece estar relacionada con la menstruación, puede probarse una combinación de estrógeno y progesterona a las dosis anticonceptivas habituales; es necesario que el tratamiento dure por lo menos 6 meses para valorar el resultado.

Manejo y tratamiento del acné vulgar. 

Acné leve (esencialmente comedoniano)
    Medidas generales y explicaciones
    Lavar la cara 2 veces al día con jabón neutro
    Queratolíticos en loción (ácido salicílico al 3-5% en loción hidroalcohólica; ácido retinoico al 0.025%)
    Antisépticos tópicos. Eritromicina o clindamicina en loción o toallas faciales
Acné de moderada intensidad (pápulas, papulopústulas y comedones)
    Igual al anterior y además:
    Antibióticos por vía oral (tetraciclinas, minociclina, trimetoprim- sulfametoxasol).
    Dosis progresivamente decreciente según la respuesta
    Queratolíticos y antisépticos tópicos (ácido retinoico del 0.050% al 0.10%; peróxido de benzoilo al 5-10%)
Acné severo (pápulas, papulopústulas, nódulos y cicatrices)
    Igual que los anteriores y además:
    Isotretionina, 1mg/kg/día/20 semanas máximo; ocasionalmente se pudiera requerir otro ciclo de 5 semanas pero deberán pasar 6 meses luego de terminado el primero
    Corticoesteroides intralesionales (previo drenaje de grandes quistes)
    No usar ningún otro medicamento tópico o sistémico. Advertir de los efectos adversos y tener certeza de anticoncepción en mujeres en edad fértil


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es quizá el padecimiento cutáneo más frecuente en el ser humano; las lesiones se localizan de preferencia en la cara, pero en formas severas puede estar comprometido el tórax y llegar incluso a los glúteos y al tercio superior de las extremidades braquiales y crurales mostrando comedones, pápulas, papulopústulas, quistes y cicatrices.

 

 

Biblioteca Virtual | Apuntes | Casos Clínicos | Nota Legal | Residencias Médicas | E-Mail | Inicio

hipocrates.tripod.com  1999-2001 All Rights Reserved